domingo, 5 de diciembre de 2010

La insoportable levedad del trabajar

Escribir se convirtió para mi en una válvula de escape a la estresante realidad del vivir. Es un desahogo, un grito contra la almohada, un apretón de bolas a la monotonía .... Escribir era marihuana, mi cocaína, mi ácido ...... desafortunadamente, llevo sobrio 6 meses y lo odio.
El 20 de Junio me di el gusto, por última vez, de sentarme a dejar que mi mente divagara frente al teclado con temáticas que no estuvieran relacionadas con lo que escribo en mi trabajo y desde dicha fecha, Pandemonio de Colores se convirtió en un fantasma para mi ..... Es triste, porque Pandemonio es mi alter-ego .... es mi yo opositor .... es el yo que mas amo ..... y aunque uno postea estas guevonadas tratando tonta y vanidosamente de recibir algún tipo de palmadita en la espalda porque "escribís bacano" o "me hacés reir", lo mas triste de todo es que no he vuelto a recibir mis propias palmaditas por culpa de las ocupaciones que conlleva el ser un señor entrado en años que no separa el tiempo para escuchar su propia voz ..... ¿¿ Demasiado filosófico y trascendental ?? posiblemente .... pero tan real como las galletas que me estoy comiendo .....
Hoy me siento frente a mi teclado sin pensar en actualidad política, sin pensar en gestores culturales, sin pensar en el Concejo de Bello o en un encuentro de medios .... hoy me vuelvo a sentar frente al teclado pensando en mi ... en mis trivialidades, en mis vacíos, en mis superficialidad, en mi inmadurez y en mi mentalidad divagatoria (si, divagatoria .... si me inventé la palabra, estoy orgulloso de hacerlo) .... Pandemonio, vuelvo a vos porque te necesito ... porque quiero volver a pensar estupideces que no significan nada para nadie, pero a mi me meten en un estado mental caótico y sublime que supera cualquier película de Lars Von Trier .... amo escribir y lo dejé de lado ... pero vuelvo a vos con la cabeza gacha, las uñas cortadas y la mente en la puta mierda ..... tal y como me gusta escribir.